El Programa de Gobierno del Presidente Sr. Fernández Vara se quiere basar en una Economía Verde y Circular. Para ello deberá mejorar notablemente en transparencia y acceso a la información ambiental, como primera medida, tal y como se evidenció en la jornada sobre de contaminación por ozono celebrada en Mérida el 19 de junio.
Ayer tuvimos ocasión de asistir al coloquio organizado por Ecologistas en Acción sobre la grave situación de contaminación por ozono troposférico en Extremadura, a todas luces desconocida por sus habitantes y ocultada por la Administración responsable de informar sobre la misma y sus consecuencias para la salud de las personas, cosechas y cultivos, amén del coste económico que supone para el servicio de salud extremeño.
ACIMA expuso en ese acto que sus peticiones de información sobre calidad del aire en el ultimo año no eran respondidas conforme establece la ley o simplemente ignoradas, así como la falta de datos sobre la calidad del aire en general. Esta falta de transparencia y datos fue ratificada por Doña Rocio Alonso, ponente, investigadora del CSIC , que ratificó la falta de disponibilidad de datos sobre mediciones recientes de calidad del aire en Extremadura para poder hacer su ponencia.
La Jefa de la Sección de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, Doña Isabel de Vega, alegó que solo disponían de 2 técnicos para el mantenimiento de las 6 estaciones de medición y que por falta de pericia en la materia, no habían podido reparar algunas de ellas que están fuera de funcionamiento desde hace meses. Ello motivó que la Junta sacara a concurso una asistencia especializada y externa, concurso que había sido impugnado tres veces y estaba pendiente de resolverse definitivamente . Excusó también la alta contaminación por ozono y la falta de medidas para corregirla, en el desconocimiento de su origen y que era muy difícil saberlo. Como la ponente Rocío Alonso, de la Unidad de contaminación atmosférica, CIEMAT alegara que si no se sabía su origen, debía investigarse, la Sra. Vega respondió que se había llegado a un convenio con la Universidad de Extremadura para estudiar su origen en el ámbito del Parque Nacional de Monfragüe.
Continuando con las justificaciones alegó que la contaminación podría venir de Lisboa o Madrid, o incluso del Sáhara y claro, !Extremadura ahí no tiene nada que hacer¡. Excusas inaceptables para los asistentes y ponentes, para una situación de contaminación que se arrastra desde hace años, cuando existen medios y técnicas suficientes para la investigación y para llegar acuerdos con otros países o autonomías, si se acreditara que Extremadura soporta las consecuencias de la contaminación que los territorios vecinos más industrializados producen.
Las peticiones de información de ACIMA del pasado año respecto a la calidad del aire, corroboran esa pasividad. Preguntado al Ayuntamiento de Merida sobre malos olores y calidad del aire en Mérida , no hubo respuesta inicialmente, por lo que se reiteró y se hizo una queja ante la Junta. La respuesta a los dos meses fue que su origen estaba en una almazara próxima y se habían tomado medidas para la corrección, medidas que no han dado el resultado esperado pues el olor persiste e impide abrir las ventanas en las noches calurosas, como las que actualmente padecemos. En ningún momento se nos informó sobre las particularidad de las emisiones origen de los olores, ni cómo podían afectar a la salud de las personas, ni a la calidad del aire, objeto de nuestra petición.
Solicitada información sobre la extensa niebla producida por el humo de la quema de rastrojos, en miles de hectáreas en el valle del Guadiana, y durante semanas, y como afectaba dicha actividad a la calidad del aire y la salud de las personas, así como la cobertura legal de dicha actividad, no obtuvimos respuesta alguna, pese a que la propia Sra. Vega alegara en su exposición como una posible causa de contaminación por ozono, la quema de rastrojos.
Del II informe sobre el acceso a la información llevado a cabo por ACIMA en 2016, se desprende que Extremadura es la comunidad que menos información ambiental facilita en su portal electrónico , luego no es de extrañar que no exista conciencia ciudadana sobre la situación de contaminación por ozono en su región.
Si el Gobierno extremeño pretende la implicación de la ciudadanía en el logro de una economía verde y circular habrá de comenzar por disponer de la información que el desempeño de sus funciones de gobierno exige y por ponerla a disposición de los ciudadanos.