La Plataforma Salvemos la Montaña de Cáceresacaba de cumplir un año y celebra su éxitoen la paralización (de momento) de un proyecto minero a cielo abierto para la explotación de litio, de grandes dimensiones, a menos de 2km del casco urbano de Cáceres, Patrimonio de la Humanidad. ACIMA ha prestado apoyo jurídicoa la plataforma a lo largo de este año y ha comprobado una vez más, que cuando una sociedad se documenta, prepara y actúa unida para defender su entorno, lo consigue. Esta es su historia, estas son las lecciones aprendidas de esta experiencia que queremos compartir por si son de ayuda a otros colectivos en situaciones semejantes.
En agosto de 2017 aparecen en los medios noticias en prensa sobre un proyecto minero de grandes dimensiones en las cercanías de Cáceres del que se espera aporte puestos de trabajo y riqueza para la ciudad. Esto alerta a algunos ecologistas y políticos afines que deciden convocar una reunión a través de sus contactos de Whatsapp.
En esta primera reunión se decide crear una lista específica de WhatsApp a través de la cual se convoca una segunda reunión a los pocos días, en la que ACIMA participó junto con entre 50 y 60 personas, representantes de asociaciones ecologistas y propietarios de fincas en la Montaña de Cáceres que han visto como sus máquinas entraban en sus parcelas arrancando árboles para llevar a cabo la ejecución del permiso de investigación minera, previo a la explotación.
Ya en esta primera reunión se pone de manifiesto por los asistentes la falta de información pública sobre el proyecto, el importante impacto negativo que la mina tendría sobre la población dada su cercanía, por contaminación de las aguas, la atmósfera, suelo, biodiversidad, paisaje y economía local. Están de acuerdo en que en modo alguno se podría justificar el impacto por unos pocos puestos de trabajo, temporales durante la vida de la explotación, mientras que los efectos ambientales y a la población, como la destrucción de la única montaña de Cáceres, serían permanentes.
Así, los asistentes decidieron comenzar por pedir y obtener información de todo tipo a las administraciones públicas concernidas, (siguiendo modelos redactados por ACIMA) al tiempo que se inicia, de modo espontáneo, un embrión de organización para informar y movilizar a la sociedad cacereña, bajo el paraguas aglutinador de una plataforma, denominada “Plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres,”como organización sin estructura fija, abierta, apartidista, en la que fueran integrándose asociaciones y personas a medida que la información se iba divulgando sobre lo que estaba por venir. Desde el inició se dio un espíritu colaborativo, y el claro objetivo común de detener el proyecto minero, para, en segunda instancia, promover una figura de protección para la Sierra de Cáceres que la blinde frente a amenazas semejantes.
Como quiera que la lista de WhatsApp era ya demasiado numerosa resultó ineficaz para actuar de forma organizada, ello dio lugar a la apertura de un grupo de Google para transmitir información más elaborada y se crearon grupos de trabajo, vinculados a sendos grupos de Telegram. Los grupos creados fueron: legal, bibliografía y documentación, comunicación, seguimiento mina, vecinos y propietarios, dinamización, apoyo ciudadano, voluntariado y coordinación. Estos grupos se reunían quincenalmente para organizar sus actividades, y representantes de estos grupos se reunían mensualmente con el grupo de coordinación. Las actas de cada grupo se compartían entre los demás grupos y la documentación generada relevante se subía a una carpeta Drive de bibliografía.
Papel fundamental en todo este tinglado de auto organización ha sido el del equipo de coordinación, como vaso conductor y propulsor de todo el flujo de información generada entre decenas de personas activas .
Tuvimos claro desde el principio que un proyecto de este tipo solo se podía parar si existía una base legal que impidiera su continuidad y/o aprobación, y una movilización ciudadana en contra del proyecto con la entidad suficiente como para influir en las decisiones “políticas”, pues estamos acostumbrados a ver que, cuando esta movilización falla, frente a los hechos consumados poco puede hacer una sentencia judicial, aunque sea de derribo. Así lo expuso la presidenta de ACIMA en unas de las primeras charlas informativas organizadas por la plataforma en la biblioteca de Cáceres.
La base y el apoyo legal al inicio de esta movilización la aportó ACIMA desde el grupo legal, generándose recursos, peticiones de información, múltiples alegacionesy denunciasque han dado lugar a la paralización del proyecto de investigación y el propio proyecto de explotación, suspendido sine die. En la actualidad ACIMA mantiene su personación e intervención en todos los procedimientos abiertosa su instancia o de oficio por la Administración, facilitando así información legal a la plataforma sobre su estado de tramitación. En los recursos de ACIMA se ha hecho especial hincapié en la infracción de los derechos de información y participación pública reconocidos en el Convenio de Aarhus, que han dado lugar a la estimación del primero de ellos, estando pendiente de resolverse el segundo. Esta estimación ha tenido gran transcendencia mediática, ha llegado al Comité de seguimiento del Convenio de Aarhus en Basileay ha modificado la publicidad y publicación de estos procedimientos por parte de la Administración.
A mitad de camino la plataforma constituyó una asociación meramente instrumental entre los miembros de la misma que se prestaron a ello, para poder tener personalidad jurídica para intervenir ante la administración y comparecer en todos los procedimientos legales relativos a la mina, sin necesidad de depender de otras asociaciones.
Las actividades llevadas a cabo por la plataforma para alertar a la población y concienciarla sobre los efectos e impactos de la mina han sido muchísimos, gracias a la colaboración,profesional o no, desinteresada, de muchos de sus miembros y un uso intenso de las redes socialesdivulgando todas sus actuaciones. Estos son algunos ejemplos: generación y divulgación de pasquines;peticiones de firmas de adhesión; organización de charlasde expertos en institucionales públicas (el Ateneo de Cáceres, la Universidad, La Biblioteca, la Cámara de Comercio); charlas informativas por barrios, impartidas por los miembros de la plataforma; paseos por la montañapara su puesta en valor; asambleas informativas abiertas a toda la ciudadanía; múltiples comunicados de prensa, difusión de videos, e intervención en los medios (prensa, Facebook, TV);reuniones con cargos políticose intervención en pleno del Ayuntamientoy la Asamblea de Extremadura; denuncia a la Bolsa de Sídney sobre el rechazo social y afección ambiental del proyecto al estar promovido por empresa australiana que ha venido ocultando esa realidad frente a sus inversores; organización de marchas de reconocimiento y exploración de la montaña y sus valores ambientales; grandes convocatoriasy movilizacionescomo la manifestación llevada a cabo en el corazón de la ciudaden el mes de mayo o la manifestación y comida multitudinariaen el propio espacio que ocuparía la futura mina; finalmente, cooperación con otras plataformas semejantesen el territorio español generando una alianza para modificar una Ley de Minas preconstitucional de 1973que no toma en cuenta los principios de transparencia,participación pública y preservación del medio ambiente, como hoy lo entendemos.
Como resultado de las actividades sociales y legales, la alcaldesa y la mayoría de los concejales del Ayuntamiento de Cáceres, inicialmente favorables a la mina por la supuesta riqueza que podría comportar, tras conocer la realidad de su afección de manos de técnicos y expertos, se han opuesto a una solicitud del promotor de que se modifique el Plan General de Urbanismo de Cáceres, cuyas normas y protección de la montaña impiden su ejecución y ha iniciado un procedimiento de infracción contra el promotor paralizando su actividad, por haber abierto caminospara llevar a cabo sondeos de investigación, sin la preceptiva evaluación de su impacto ambiental ni autorización, tal y como denunciaron vecinos y ACIMA. Otro procedimiento de infracción en el que ACIMA ha sido uno de los denunciantes y se ha personado, es el abierto por la Junta de Extremadurafrente a la empresa minera por el mismo motivo. En definitiva, la empresa ha suspendido la inversióny las administraciones tienen suspendidas de facto la tramitación de todos los procedimientos de autorización y permisos iniciados por las empresas explotadoras, a la espera de la resolución de los diferentes recursos presentados por ACIMA y asociación de vecinos.
El ejemplo de activismo informado, preparado y responsable en defensa del medio ambiente de esta plataforma le ha merecido el premio Berta Cáceresque otorgó este año 2018 el Festival de Cine y de Medio Ambiente “Ecocine” a la Plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres.
Paralelamente a estas actividades de concienciación y recursos legales, ACIMAllevó a cabo 4 seminarios, en colaboración con el Colegio de Abogados de Cáceres, sobre derecho ambiental básico (E-Law Street)en los que se facilitaron a los asistentes (abogados, técnicos y miembros de otras plataformas) herramientas legales básicas para poder defender “su” medio ambiente, tomando como ejemplo la mina de Valdeflorez en Cáceres , cuando la materia lo permitía.
A la vista de esta experiencia y “proyecto piloto”, desde ACIMA podemos concluir que SÍ SE PUEDE paralizar un megaproyecto con grave impacto ambiental, cuando existe población concienciada, bien informada y preparada, asistida por abogados expertos en derecho ambiental y peritos, desde el mismo inicio (no cuando el proyecto ya ha sido aprobado y hay que recurrirlo, como suele suceder) y la sociedad se organiza, comparte información y actúa sin condicionamientos ni colores políticos.