Hace unos días nos llegó una nota de prensa del Instituo Marquès sobre un estudio que se ha publicado en la Revista Internacional de Andrología. El estudio sugiere que los contaminantes acumulados en la madre pueden alterar el desarrollo de los testículos del embrión.
Resulta muy interesante porque relaciona directamente la calidad del semen con el nivel de tóxicos en la leche materna. Y destaca como Galicia, la comunidad con mejor calidad de semen, presenta un menor nivel de tóxicos en leche materna que Cataluña. Mientras que la leche de las mujeres catalanas contiene un nivel de tóxicos hasta cuatro veces superior a la leche de las mujeres gallegas.
Citamos la nota de prensa:
“La contaminación afecta a nuestro organismo; en la mujer los tóxicos ambientales que ha ido acumulando a lo largo de su vida pueden provocar que durante la gestación se desarrollen mal los testículos de su hijo y nazca con un problema de fertilidad. Como esos tóxicos se acumulan en medios grasos, su acumulación en la leche materna es mayor, de forma que la mujer se los transmite también a su hijo durante la lactancia”, comenta la Dra. López- Teijón.
No obstante, según un estudio anterior publicado en Environtment International por los mismos autores, sabemos que las leches de fórmula y cereales infantiles contienen también perfluorados procedentes de los envoltorios, envases y contenedores durante el proceso de producción, transporte y almacenamiento, aunque estos niveles están por debajo de los valores aceptados por la EFSA, (European Food Safety Authority).
Por ello, los investigadores consideran que es necesario seguir estudiando los efectos sobre la salud de los disruptores endocrinos a los que el hombre se expone a través del agua y la alimentación.
Y subrayamos la forma en que concluye el trabajo: “Se trata de un problema de salud pública muy importante que requiere una mayor atención por parte de todos”.
En la página web del Instituto Marques podéis ampliar información sobre el estudio.